A lo lejos
Dejar de ser alguien.
Prescindir del escarnio, el halago,
del juicio ajeno, sus reproches y alabanzas.
Soltarlo todo, pasar en silencio
a tientas entre el ruido de las ondas,
a través de las señales y fulgores
de tantas imperiosas pantallas azules.
Levantar los ojos.
Reposar la mirada en cualquier lejanía.
Y así, quedarse dormido en uno,
ser luz de la tarde, montaña, nube,
siendo nadie.
David Sánchez-Valverde Montero
Imagen: Iñaki Mendivi Armendáriz
No hay comentarios:
Publicar un comentario