Hijos
Me pregunté si valía la pena,
si este periplo compensa.
No hallé luz en la razón,
balanza de sumas y restas:
renuncia, sinsabor, condena,
desaliento, cansancio, desvelo…
Con el corazón lo medité,
donde yacen las respuestas.
Que esta aventura no trata
de oro, de plata, de rentas.
Que se escribe en otro lenguaje.
Pues si hay en esto valor
será el del amor salvaje,
amor puro, destilado, indomable,
primordial, rotundo, abrasador,
primigenio, fiero, afilado,
fuerza tenaz, formidable,
doloroso y sin condiciones,
que te empujaría a ese salto imposible
por salvarlo
Y no hay más, no hay más razones.
Puedes dar lo mejor que tienes.
¿El esfuerzo lo merece?
Ser así lo mejor que eres.