martes, 16 de julio de 2019

Parábola




Parábola (Pequeña historia del fin)  

No conocerían el nombre del bien si su opuesto no existiera.” Heráclito

El genio azul le buscó los ojos tras larga espera:
¿Esto es entonces, por encima de todo, lo que más deseas?
La niña lo miró también y abrazó su suerte:
Eso es, genio, no más dolor, ni lucha ni muerte,
no más miedo ni mal, solo amor, solo bien.
Sea así, dijo él.

El coloso pareció dudar, titubear de algún modo; pero al fin, de su mano, se hizo el prodigio. Y la niña daba saltos, de alegría embelesada, con las manitas tapándose la boca, aguardando una nueva vida sin cargas ni espadas. Pero al poco, el verde esmeralda que había manado de entre los dedos del genio, se tornó gris ceniza y dispersaba en el aire todo lo que iba tocando: las gentes asustadas, las grandes montañas, el cielo y la negra tierra, hasta el mismo genio azul desapareció… y por último la niña, que ya no brincaba, pues con su sombra emborronada también se extinguía el mundo.


David Sánchez-Valverde Montero 
Fotografía: Iñaki Mendivi Armendáriz

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