Máscaras
Se desprende lentamente…
y su viscosidad indolora
abandona ya el rostro.
La máscara cae…
Ser como uno es,
exponer el dolor,
compartir los deseos,
tedios, sueños y ruinas.
Mostrar así el rechazo,
las ganas de no hacer,
el desaliento de plomo,
las heridas en las alas
y el ocaso en los ojos.
Un acto sin vehemencia,
honesto, vulnerable,
valiente, desesperado.
¿Qué ocurrirá entonces?
¿Dime cuál es tu sospecha?
Acudirían con premura
la incomprensión y el dolor,
reproches, lágrimas, distancia;
la negrura de mil noches.
Un cierto miedo sin límites,
sin contornos
ni
nombre.
David Sánchez-Valverde Montero
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